llevado
por el amor a la montaña y acompañado de otros 9 familiares, con el objetivo de
coronar Los horcados Rojos. 2.506 metros de altura. Un paseo, una nadería, para
cualquier buen montañero que se precie. Pues bien, las pasé putas, como quien dice. Y pensé
entonces, en los momentos críticos de aquel simple “paseo”, en las palabras que
taladraban una y otra vez la mente de aquel hombre llamado Nando Parrado: “un
paso más. Sólo un paso más”. Así conseguí mi propósito y así lo hicieron
también los 16 supervivientes de la tragedia de los Andes, de la que esta
semana se cumplen 40 años. Y aquello no fue un paseo.
Lugar del accidente, cerca del Tinguiririca.
El 13 de Octubre de 1972 el vuelo 572 que volaba en dirección a Chile transportando en él a 45 personas, la mayoría de ellas
pertenecientes al equipo de Rugby Old Christians, se estrelló en plena cordillera
de Los Andes. 17 murieron en el accidente y el resto protagonizó una de las
historias de supervivencia más estremecedoras y emocionantes que se hayan
conocido. Cuando oímos hablar de ello
la mayoría pensamos instantáneamente en la archiconocida película “Viven”. Y
otros, menos, recordamos el polémico y fascinante bestseller mundial de Piers
Paul Read en el que está basada la solvente pero edulcorada cinta de Frank Marshall.
"Viven", la película, 1993
No obstante esta semana, la de la efeméride, yo quisiera
recomendar la lectura y proyección de otro pack, formado por el libro escrito
por el mismísimo Nando Parrado, “Milagro en Los Andes” y por el documental
“Viven, el accidente de Los Andes 1972”, que podemos encontrar con facilidad en youtube.
Nando Parrado y su "Milagro en Los Andes"
“Milagro en Los Andes” es, como “La ciudad de la alegría” o
“Archipiélago Gulag” uno de esos libros que te cambian la vida. Con una
narración en primera persona, Nando Parrado rehuye de toda novelización de
aquella odisea para contar simple y llanamente lo que él recuerda de esos 72
días, lo que pensaba en cada momento y como y por qué hizo lo que hizo. Y a
medida que pasamos la páginas vamos guardando en nuestra mente algunas frases
de Parrado que nunca olvidaremos, que retratan la vida como “un juego al que la
muerte te deja jugar por un rato” y que ahondan incluso en cuestiones
religiosas y morales que nos agitan y estremecen, mientras nos enseña de paso lo que es el frío, el hambre o el cansancio todo ello sobre la
emocionante aventura en sí que supuso el accidente, la supervivencia y la huida
hacia la libertad, hacia la vida. Porque Nando Parrado estuvo muerto, así lo
repite él una y otra vez. Pero quiso averiguar cuando y donde moriría, por lo
que decidió dar un paso, y luego otro. Y la muerte le dejó seguir jugando.
Parrado, Catalán y Canessa
Junto a Nando, otros 15 supervivientes que cuentan ante la cámara sus propias experiencias en el sobresaliente documental “Viven, el accidente de los Andes 1972”. Una dramatización de los hechos narrados por Canessa, Tintín, Harley y compañía que pone los puntos sobre las íes, matiza muchas de las cosas que se dijeron y demuestra la inquebrantable piña que formó desde entonces aquel equipo, defendiendo frente a las obras de Read y Marshall las vilipendiadas figuras de Harley o Marcelo, el fallecido capitán, y convenciendo a cualquiera de que quien no vivió aquello no es quien para opinar.
Disfrutar de este pack es también descubrir las dos caras de
una misma historia, pues los puntos de vista expuestos por Parrado en su libro
son a veces diferentes de los que sus propios compañeros. Así, mientras Parrado
defiende su loca idea de echar andar para “poder decirle a mi padre que estaba
vivo”, Roberto Canessa, su más fiel compañero aquellos días, relata ante la
cámara con total contundencia y credibilidad como la razón de la huida de Nando
se debía en verdad a la cercanía del día en que tuviera que alimentarse de los
cuerpos de su madre y su hermana...
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