
Rodada en 1931, "M" bien podría ser una película moderna. Su
argumento y su guión son pioneros en el género del thriller de asesinos en
serie, pero es su atrevido e ingenioso montaje lo que la convierte en una cinta
adelantada a su tiempo, logrando encogernos el corazón sin necesidad alguna
mostrar vísceras o cuchillos rasgando, único recurso con el que cuentan ya
miles de directores para lograr impactar al espectador. El silbido de una melodía,
un primer plano de un globo, de un plato vacío, de un reloj...y Fritz Lang te
ha helado la sangre enseñándote de paso en que consiste el Cine.
Fritz Lang
Es difícil decir si se trata de la mejor película de este mítico director. Se trata del hombre que sentó las bases del expresionismo alemán –"Doctor Mabuse"- y la ciencia ficción en el séptimo arte –"Metrópolis"- o el autor de varias de las mejores cintas de cine negro –"Los sobornados", "Perversidad", "La mujer del cuadro"-. Uno de los muchos directores europeos a los que Los Estados Unidos deben tanto, capaz de decir “no” a la dirección de los estudios cinematográficos nazis y de criticar –precisamente con "M"- a una sociedad en crisis de identidad como era la alemana de los años 20 y que acabó derivando en lo que ya todos sabemos.

“M”, Fritz Lang, Peter Lorre, pantalla grande. Por algo así sí
que paga uno diez euros. Y sólo serán 2. Me sobran otros 8 para ver las otras 4
y echar por tierra mis planes de ahorro. “No puedo evitarlo”, que diría el
vampiro.
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