La frase del día

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miércoles, 2 de marzo de 2011

Metrópolis



Estamos en un futuro no muy lejano. Las ciudades se han convertido en grandes y luminosos edificios que rascan el cielo, a través de los cuales pasan autopistas y vehículos voladores de todo tipo. Todo es ultra moderno, fantástico, colosal...pero el hombre parece de todo menos feliz, y la pesadumbre y desidia mandan en su ánimo. Blade Runner? El quinto elemento? Batman? No, Metrópolis, 1926.


  En esta ciudad vive alguien que tiene todo el aspecto de ser una persona corriente, un ser humano como los demás, que siente, padece y sueña como el resto....pero en realidad es una maquina, un robot. Y hay que eliminarlo. Blade Runner? No, Metrópolis, 1926
  Unos quieren eliminarlo, sí, pero otros ven en él a un elegido, a un liberador. Tiene aspecto humano pero es un arma muy poderosa. Tumbada en una especie de tubo de cristal dejará de tener aspecto robótico o extraterrestre para convertirse en una bellísima mujer...¿el quinto elemento?. Metrópolis, 1926
  Esa conversión vendrá de la mano de un científico loco, que gracias a su brillante cerebro y a su laboratorio secreto conseguirá convertir a la maquina en algo humano. Rayos de todo tipo inundan la estancia, y van de la cabeza del robot a la cabeza de la chica, uniendo las cualidades de ambos seres...¿Frankenstein? Metrópolis.
  
Este robot, que gracias a la transformación ya hemos dicho que habla y siente como cualquier humano, era de color dorado. Parece más bien de ojalata, con la cabeza apepinada, los ojos un tanto achinados...C3PO?? Star Wars? Que no, Metrópolis
  Aunque muy pocos lo sepan, en realidad existen dos mundos. Uno real y uno ficticio. Ninguno de los habitantes del mundo ficticio sabe que existe el real, pero unos pocos del mundo real sí saben que existe el ficticio, y luchan por cambiar las cosas. Matrix? o Metrópolis?
  En el mundo real, el mundo subterraneo, los hombres están dominados por las máquinas. Ellas llevan el rumbo de sus vidas, y les tienen esclavizados. Los hombres sobreviven como pueden a ese yugo de las máquinas, esperando la llegada de un salvador, de un mesías, que les enseñe el camino a seguir para poder liberarse de esas garras artificiales...y sigo sin hablar de Matrix. Metrópolis, 1926.
  En la secuencia final, el bueno y el malo corren por los tejados, bajo la atenta mirada de un encolerizado pueblo que espera abajo con antorchas encendidas. Esto me suena un poco a Blade Runner y un poco a... la bella y la bestia!, pero sigue siendo Metrópolis, de 1926.
Moraleja: Si te mola la ciencia ficción...no te pierdas Metrópolis!

2 comentarios:

  1. ¡Núñez, respeta el formato web! Pon enlaces y fotos coño, que el contenido está bien, pero se queda huérfano.

    PD: ¿Ha leído Óscar esa dedicatoria?

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  2. Gracias Guyb!! seguiré tu consejo
    pd: quién eres?

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