La frase del día

La fotografía es realidad. El cine es realidad 24 veces por segundo

miércoles, 9 de marzo de 2011

Sólo el cielo lo sabe (1955)

Los años 50 vuelven a estar a la orden del día, al menos en cuanto al mundo de la moda se refiere, y es en buena medida gracias a "Mad Men", que no he tenido el gusto de ver mas que a ratos y que muestra de manera fiel la realidad americana de aquella década. Pues bien, menos mal que lo que está de moda de esa etapa es su vestuario y no su manera de hacer las cosas.


"Sólo el cielo lo sabe" se adelanta a historias como "Los puentes de Madison" o, en cierta medida, "Mujeres desesperadas", y lo hace desde la mejor posición posible. No es una cinta actual ambientada en un tiempo determinado, sino una película de 1955 que habla de la gente de 1955. Mejor punto de vista que el presente para hablar de algo, imposible.
Jane Wyman interpreta a una mujer viuda, burguesa, adinerada, elitista, cuyo campo de acción es el club vecinal, donde las conversaciones no van más allá de feroces debates sobre si comprarse o no un televisor y otras trivialidades. Douglas Sirk retrara con simplicidad y maestría un mundo donde no hay reglas escritas pero si bien conocidas por todos sus habitantes: La apariencia es lo que manda y el “que dirán” el enemigo más acérrimo de todo hijo de vecino (nunca mejor dicho) que combate ese temor con falsedad como escudo y chismorreo como arma. (Cualquiera que haya visto "Los Simpsons" con cierto ojo crítico sabrá de lo que estamos hablando).
Esta época (que ya ha pasado) y este círculo (que bien es sabido aún existe) es el que elige Wyman para enamorarse ni más ni menos que de su jardinero, mucho más joven que ella y a años luz de su nivel social, al menos en apariencia que es lo único que importa. Rock Hudson interpreta el papel de este joven simple que no simplón, libre de ataduras morales, que cautiva con su sinceridad y filosofía a la viuda, pero cuyo aspecto físico y escaso poder económico son ante los hijos y ¿amigos? de su amada su nada apropiada  carta de presentación.
Wyman se convierte entonces en heroína, como Streep en la obra de Eastwood, al lanzarse al vacío, rompiendo las ataduras que la ligan a un mundo falso y vacuo para descubrir su verdadera naturaleza emprendiendo así el auténtico camino hacia la auténtica felicidad, aunque para ello deba hacer tambalear la fingida, siempre fingida, felicidad de otros. Sus propios hijos acaban por no valorar lo más mínimo el sacrificio que su madre acaba haciendo por ellos, y es sin duda eso, la inconsciencia del dolor causado, lo que más duele y a la vez lo que mejor retrata a la gente que le rodea.


                                                                                        No hay nada más falso y peligroso.. que un vecino

Esta película que Scorsese califica como “la critica más dura sobre cierta vida americana” desborda imágenes cargadas de hermosos simbolismos. Una ventana que se abre, un biombo, un ciervo dejan de ser meros elementos de atrezzo para representar de manera inconsciente y sin pomposidad un futuro, una barrera infranqueable, un amor inocente, furtivo, salvaje. “prefiero mostrar las ideas de forma indirecta” decía Douglas Sirk; “dejarlo en manos de la imaginación del público, que no es tonto”. Al captar en efecto esos mensajes no escritos sino plasmados uno no puede más que congratularse a la vez que disfrutar aún más de la historia. sin necesidad de cargar los diálogos los primeros planos, los rostros en sombras o los movimientos o muecas de los personajes se bastan y sobran para hacer brotar del espectador un torrente de sentimientos con el que se siente más o menos identificado con los protagonistas pero a los que desde luego comprende y sobre cuyas vidas medita.                                         Solos frente a todo

"Sólo el cielo lo sabe" es una de esas películas “de las de antes” en las que se entremezclaban buenas historias que hablaban de nosotros con un trabajo técnico y artístico frutos del amor por lo que se hace. “El cine es realidad 24 veces por segundo” dijo Goddard. "Sólo el cielo sabe", por eso, es cine.

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