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jueves, 28 de abril de 2011

10 películas infravaloradas

Después de leer el brillante y a la vez muy polémico artículo de “celuloides en su jugo”, donde el señor Pazos se ha arriesgado sobremanera a perder amigos desprestigiando una serie de películas consideradas por muchos “obras maestras” (yo adoro, como poco, 4 de las cintas que ha mencionado) se me ha ocurrido tratar este asunto desde un punto de vista diametralmente opuesto, mencionando 10 películas que, a mi juicio, están muy infravaloradas por los motivos que sean. Así como el señor Pazos se estaba jugando el perder los pocos amigos que tiene, yo directamente me arriesgo a la mofa de mis pocos lectores al mencionar una serie de obras muy vilipendiadas por la mayoría. A pesar de lo cuál, opino lo siguiente:  

El Padrino III:  Esta película ha recibido tantas bofetadas que ya es hora de que alguien la defienda. Sus pecados para recibir tales ataques son sobre todo dos: que es una tercera entrega y que tiene que competir con las que para muchos son las dos mejores películas de la historia. ¿Por qué ha de competir? ¿Por qué no puede ser analizada en su individualidad? Cierto que no desprende esa mística de sus predecesoras, que la Coppola no está a la altura y que falta Tom Hagen, pero El Padrino III es una película sobresaliente que muchos grandes directores ya quisieran haber hecho. No me extiendo porque me enciendo, y me quedan 9.

                Al Pacino en una de sus mejores secuencias. Si no la mejor 


Ya que hablamos de Coppola mencionaré también Rebeldes. ¿Qué pasa que nadie conoce esta película? Cuando hablamos de la obra de este gigante mencionamos "El Padrino", "Apocalypse Now", "Drácula", "Cotton Club" y otras obras menores, pero nunca parecemos reparar en la peli de pandilleros juveniles por excelencia, que unió en una sola toma a toda una generación de jóvenes actores que años después reventarían taquillas por separado. Tom Cruise, Matt Dillon, Patrick Swayze, Rob Lowe, Emilio Estévez, Diane Lane, Ralph Macchio...una cruda y hermosa historia sobre la lucha de clases, la falta de oportunidades y el miedo a crecer. Una maravilla

Y al escribir Tom Cruise me he acordado de Top Gun. Sí señores, "Top Gun". Desde la perspectiva del tiempo no deja de ser un ejercicio de propaganda yanki a base de videoclips. Pero lo cierto es que estamos ante una película pionera. Los años 70 se habían acabado, y con Reagan en el poder era el momento de dejar atrás el cine de denuncia y apostar por lo heroico, lo patriótico y lo optimista, fomentando el orgullo de ser americano. El nacimiento de la MTV abre un mundo de posibilidades para los cineastas, y el tan vilipendiado Tony Scott es el primero el coger el testigo con cazas que rozan el suelo a ritmo de videoclips y con la innovadora filmación de casi 30 fotogramas por segundo, lo que ralentizaba la imagen de Tom Cruise sin camiseta y le daba a la cinta cierto toque sensual, o “guay”, para entendernos. Después llegarían "Rambo" y todas las demás, pero "Top Gun" fue la primera en surcar los cielos del “cine ochentero”. Así que un respeto.

Y Rocky? Si "El Padrino III" tiene que pelear con sus predecesoras "Rocky" tiene que soportar a sus sucesoras, lo cuál no le hace ningún bien. Pero olvidémonos de Mr T, de Ivan Drago y de Poli arruinando a su cuñado una y otra vez. "Rocky" fue la ganadora de su año (1976) a la mejor película, así que algo verían en ella. Verían la hermosa historia de un hombre de clase obrera en la triste ciudad de Filadelfia que tiene en el boxeo su único tren para ser algo en la vida. Un fiel retrato de la situación de muchos, una banda sonora mítica y un final acertadísimo y vital para hacer de "Rocky" lo que es. Porque señores, lo que hace grande "Rocky"...es que pierde. Luego ganaría, y adiós al mito.


                     Rocky, desde su fulgurante inicio hasta su infame final 

Sonrisas y lágrimas: ¿quién no conoce al menos una canción de "Sonrisas y lágrimas"? Quién no ha dicho nunca “Do, es trato de Barón”?. Sólo por su banda sonora esta película debería ser más respetada. Pero además está Julie Andrews, y los nazis, y Salzburgo...¿ñoña? ¿cursi? ¿boba?. Lo que sea, pero buena como para parar un tren.                                                                                                                              
                                                Andrews, Salzsburgo, nazis...¿que más quieres?
Atrapado en el tiempo: "Atrapado en el tiempo" es como Iniesta. La gente dice “es muy buena” pero muchos no llegan a darse cuenta de lo buena que es, de verdad. Puede sonar a sacrilegio, pero por su argumento, su sobresaliente montaje, su ritmo maniaco-depresivo y por esa actuación para la que Bill Murray, directamente, había nacido, yo la coloco a la altura de "Ser o no ser" o "Con faldas y a lo loco". “Vermut dulce con hielo y limón”. Cada vez que veo esa escena me descojono, con perdón.


 Y no quiero acabar sin poner en su sitio a Steven Spielberg. Está de moda en los corrillos de gafapastas universitarios poner a caldo al cineasta con el que muchos hemos crecido, catalogando su obra de menor para ponerse después a hablar de BergmanKurosawa u otros directores de los que seguramente ni siquiera han visto nada. Me toca mucho los bemoles, y quisiera mencionar Parque jurásico o Munich como algunas de las obras que ha parido el Rey Midas y que o bien son castigadas por estos impostores o bien, como es el caso de "Munich", pasan sin pena ni gloria y vaya usted a saber por qué por el recuerdo de los cinéfilos. Que levante la mano el que no lo pasó en grande con el Tiranosaurio encima del coche. ¡Venga hombre, menos falsedad!


                          Esta secuencia es increíble...hasta en alemán. Sólo Spielberg es capaz de eso

La mejor juventud: No es que sea una película infravalorada. Es que es una película desconocida por la mayoría, y no tengo ningún tipo de reparo al afirmar que es la última obra maestra que he visto. Los más grandes directores italianos de siempre quisieran tenerla en su filmografía, pero el honor es para Marco Tullio Giordana. La vida, a través de una cámara.

Como bien dijo el Señor Pazos: ¡Que empiecen los palos! Y que viva el cine.

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lunes, 11 de abril de 2011

El mundo (implacable) según Lumet

Al enterarme de la muerte de Sydney Lumet me vienen a la cabeza 4 de sus películas, que tal vez nunca destacaron por ser “una de Lumet” sino por tratarse simplemente de “una buena película”. Sólo cuando las juntamos todas y decimos “eran de Lumet” nos damos cuenta del importante legado cinematográfico de este director cuyo nombre no destacaba con luces de neón en el universo de Hollywood pero cuyas películas más destacadas fueron, siempre, una sorpresa.

Haciendo una retrospectiva mental sobre estas 4 películas (presentes todas en el libro "1001 películas que hay ver antes de morir", que conste) caigo en la cuenta de que, como bien apuntan en los diversos obituarios, su cine desprendía buenas dosis de denuncia social. Historias e imágenes contra el sistema judicial, policial, los medios de comunicación y la sociedad urbana en general. Pero Lumet no se quedaba ahí, sino que transmitía esto desde un punto de vista diferente, el mundo según Lumet, lo que a mi juicio transformaba sus obras en algo más que en meras denuncias sociales.
“El mundo según Lumet” es, como aquella canción de nuestra infancia, un mundo donde los policías son los malos, los atracadores son honrados, los jurados perspicaces y los presentadores de televisión dicen simple y llanamente la verdad (lo cuál no deja nunca de fascinarte si eres español).
"Serpico", alter ego de Lumet en la pantalla durante esa etapa combativa, es con seguridad su personaje más emblemático. Serpico. Uno de esos nombres ficticios que pare el cine y que acaban sirviendo de ejemplo para definir cierto tipo de comportamiento o actitud en un colega, como Rambo es el insensato atrevido o Conan el que hace gala de un poderoso físico. Al Pacino logró una de sus interpretaciones más memorables (y ya es decir) en la piel de este poli desaliñado cuya misión concuerda con ese “punto de vista” que parecía buscar siempre Lumet, ya que no es un poli infiltrado en una vulgar panda de matones, sino que su misión es limpiar la mierda que inunda el cuerpo, desde dentro.

Años 70. Ellas querían ser Annie Hall. Ellos, Serpico

"Doce hombres sin piedad", para un servidor su mejor película, también aborda la denuncia desde el otro punto de vista. Sólo así se explica que el héroe de una de juicios resulte ser un simple miembro del jurado (Henry Fonda) que no se resigna tan fácilmente a la verborrea del abogado y que lucha en un microcosmos de personalidades diversas con forma de sala de valoraciones por la presunta inocencia del acusado.
Cualquiera que haya visto "Doce hombres sin piedad" la situará a buen seguro entre sus favoritas del género judicial, como hará con "Serpico" en su lista de policiacas o con "Tarde de perros" para la de atracos. Porque son diferentes, porque están expuestas desde el lado contrario. Porque el jurado es listo, los polis son malos y el malo es muy bueno.

                                   "Doce hombres sin piedad", un clásico

"Network" fue su última gran obra y Lumet fue fiel a su estilo. Una película muy recomendable para todo aquel que se sienta bajo el yugo de un Gran hermano disfrazado de grupo de comunicación, y de nuevo un hombre contra el sistema que le rodea, contra sus colegas de trabajo y contra las normas establecidas, con un punto de vista diferente y con un final trágico e inevitable contra todo antihéroe que se pase de listo. Howard Beal, "el profeta loco", decidió decir verdades por la tele. Y eso se paga muy caro.
           El mundo (implacable), según Lumet. Indagando si el guión fue robado a mi padre


Tal vez Lumet también lo pagó muy caro. Fue nominado 5 veces a los Oscars y tuvo que dejar de mostrar “su punto de vista” para que le concedieran un honorífico muchos años después. Su vida no acabó tan trágicamente como la de muchos de sus personajes, pero el ostracismo puede ser un arma tan peligrosa como la que más. Murió muy lejos de su campo de acción, tras decir lo que pensaba y con un gran trabajo a sus espaldas. Hasta siempre, Serpico.


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miércoles, 6 de abril de 2011

Una estrella en el culo

Entendí bastante tarde que Hollywood era una mentira. Fue la noche en que Russel Crowe ganó el Oscar por "Gladiator", dejando a Tom Hanks, que había conseguido que lloráramos al perder una pelota, aplaudiendo deportivamente en su butaca.
Después ví como compensaban a Clint Eastwood a base de estatuillas para "Million Dollar baby" por el atropello que supuso el olvidarse de "Mistic River". "Ciudad de Dios" nunca ganó nada, y a Scorsese le llovieron los premios por una de sus obras más flojas, y después de años de ostracismo.
Compensaciones, intereses, dinero. Así funciona Hollywood y no hay que darle más vueltas. Es más, sólo así podemos entender lo de la estrella de Penélope Cruz. Porque por más que uno lo intente no consigue encontrar otra explicación al estampado de su nombre en el paseo de la fama. No sé, tal vez sea por su importante aportación al mundo del cine americano, gracias a películas como....como...."Todos los caballos bellos”, “Bandidas”, “Vanilla Sky”, “Woman on top” o “La mandolina del capitán Corelli”. O quizás por su impecable labor de productora, directora de cine, actriz en Broadway, cantante...perdón, me equivoco de español. Es Antonio Banderas el que tuvo que sudar la gota gorda para, con ese currículo, acabar consiguiendo la tan preciada estrella que otros, directamente, tienen cuál flor en su hermoso trasero. Un Banderas, por cierto, que al respecto de este asunto ha dicho “espero que esté cerca de la mía” (la estrella), no alcanzamos a definir si con un tono jocoso, irónico o simplemente reivindicativo.
Por tanto, habrá que pensar que la nueva baldosa de Sunset Bulevard se debe más a otro tipo de logros lejos de los puramente cinematográficos, como por ejemplo liarse con Tom Cruise, agarrarse el escote al grito de “Pedro!!” o formar parte de la última y costosísima (y por ello en urgente búsqueda de propaganda) superproducción de la industria, “Piratas del Cáribe y qué se yo en busca de qué”.
No este un tema que me indigne por tratarse de una actriz española (patria ante todo y felicidades, que conste) ni por tratarse siquiera de la mujer de Bardem. Pienso simplemente en Dennis Hopper, gran actor y sobre todo mítico director de una película pionera, "Easy rider", que plasmaría el fin de toda una era a base de novedosos recursos técnicos y fascinantes mensajes y simbolismos hasta entonces no vistos, y que tuvo que esperar a descontar sus días de vida para poder colocar su estrella.
                               Dennis Hopper y Easy Rider, tardíos y justos "ganadores" de la estrella

Pienso en Queen, cuya película ya está en marcha con Sacha Baron Cohen! en el papel de Freddie Mercury, y cuyos seguidores tuvieron que bombardear indignados a base de cartas para que se solventara la tropelía de su ausencia en el paseo, después de 40 años de éxitos y millones de discos vendidos. O pienso simple y llanamente en Madonna, sobran presentaciones, que según parece ni siquiera posee estrella. Inquietante.
Y para que conste que no es nada personal me atreveré a decir que si alguien de esa familia merece las 5 puntas en el suelo ese es sin duda su marido, nominado 3 veces a los Oscars, ganador de uno de ellos y protagonista de varias películas algo más serias que “Sahara” a las órdenes de Cohen, Iñarritu, Allen, Forman, Mann, Malick y otros directores de nivel. 
Pero Tom Hanks se quedó sólo como Wilson mientras Crowe recibía flipado la estatuilla. Hitchcock no subió nunca al escenario del ahora Kodak Theatre y Pe recibe las pisadas anónimas con las que sueña Madonna. Tal vez simplemente la española vió más veces el final de "Pretty Woman": “esto es Hollywood, ¿cuál es tu sueño? Sigue soñando, porque Hollywood es el lugar donde los sueños se hacen realidad”. Va a ser verdad.

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