La frase del día

La fotografía es realidad. El cine es realidad 24 veces por segundo

lunes, 19 de diciembre de 2011

Más que mil palabras

The artist ****

De primeras, podría pensar lo mal que le va al cine para que dos de las cinco mejores películas que he visto este año hayan sido una de “dibujos” ("Toy Story 3") y una muda. Pero lo cierto es que toca decir todo lo contrario al ver que aún quedan artistas capaces de sacarse algo “nuevo” de la manga para volver a cautivar y emocionar al público sin tener que recurrir al cansino 3D ni haciendo que Tom Cruise se juegue el tipo colgado del edificio más alto del mundo.

"The Artist" es una de esas obras que constata que no hay efecto especial que supere una buena idea, que a pesar de la innegable ayuda de los John Barry e I.A.L Diamond la esencia del cine siempre estará en la imagen y que, por supuesto, el prejuicio es padre de la ignorancia e hijo de la cagada.

La historia de "The Artist" es la ya tratada en otros grandes clásicos como “Cantando bajo la lluvia” o “Ha nacido una estrella”. El siempre atractivo cine dentro del cine, la irrupción del sonoro, el ascenso de un artista y el declive de otro… 


George Valentin –cautivador Jean Dujardin. Cautivador es la palabra- es el actor más querido y aplaudido de Hollywood hasta que Hollywood, como todo en esta vida, cambia, y con la llegada del sonoro llega el turno de la carne fresca, cuya mejor pieza es Peppy MillerBérénice Bejo-. Podría tratarse simplemente de una obra ambientada en aquella época y en aquel lugar y ya sería una buena película. Pero Michel Hazanavicius decide ir más allá y la transporta del todo a los años 20, no solo eliminando todo rastro de sonido o color sino también narrando la historia con el mismo montaje de entonces, el mismo estilo, los mismos planos y los mismos gags visuales dignos de Chaplin, Keaton o Lloyd haciéndola así más creíble, más “original”, mejor.

Dujardin se lleva La Palma
                  
Y el hecho de tratarse de una película muda no ha de ser excusa para amedrentar al público pues lo cierto es que, a falta de sonido, los planos de Vidor, los gestos de Chaplin o los decorados de Lang potencian aún más las facultades del espectador como espectador, que prestará más atención a lo que ve y recibirá con más impacto del habitual la simple imagen de una lágrima cayendo o una determinada sonrisa. La de Dujardin, concretamente, transmite mucho más y sin restarle su mérito que todos los saltos de Cruise por las paredes de Dubai.


La última escena del climax de “The artist” se me antoja un curioso homenaje a su homóloga de “El apartamento”. Y es precisamente el sonido, inexistente en los altavoces pero a todo volumen en nuestra mente, el protagonista absoluto y desencadenante de su acertado final. Una vuelta de tuerca más para que uno se quede definitivamente sin palabras. Después sólo queda oír un ruido ensordecedor: el de los aplausos. 


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martes, 13 de diciembre de 2011

Top Cruise

Concedía ayer Tom cruise su primera entrevista a un medio español y el público se quedó con una sensación un tanto agridulce. Sí, Tom Cruise estuvo soso. Pero lo estuvo porque se limitó a seguir la línea del programa, más soso anoche que lo esperado. El invitado –que no el protagonista- respondió a lo que entendió y habló lo justo las pocas veces que Motos –este sí, el protagonista- decidía dejar de hablar. Y todo ello con la cara y la pose del que está permanentemente en guardia. Del que no se fía. Normal.

Normal que Tom Cruise no se fíe ya de nadie después de toda una carrera profesional en la que ha tenido que sufrir los más salvajes ataques por parte de un sector de la prensa que ha decidido anteponer siempre su vida personal a su innegable y poco valorado trabajo como actor. 

Ha sido señalado y criticado por salirse de lo establecido, ya sea por sus creencias religiosas o por el mero hecho de subirse a un sofá para animar el ambiente de un plató de televisión. Se han puesto en duda sus inclinaciones sexuales aún habiendo compartido casa y cama con las mujeres más deseadas del planeta. Y todo ello lo ha encajado con una sonrisa en la cara y ni un solo reproche en su boca. Y bien que podría haberlos hecho, porque veamos:

Tom Cruise ha sido nominado tres veces y de manera justa a los Oscars (por “Nacido el 4 de Julio”, “Jerry Maguire” y “Magnolia”); Las tres veces ha sabido perder –cosa que no se puede decir de otros colegas- y también ha sabido reirse de sí mismo, interpretando en “Tropic Thunder” a ese excéntrico y ególatra productor que muchos quieren ver en él. Porque sí, también se ha atrevido a dar el salto a la producción cuando bien podría haber aceptado, como tantos otros, ser “el chico guapo” y listos; 



Interpreta él mismo todas las escenas de acción y a pesar de depender supuestamente de su físico no ha caído -como si hiciera su exmujer- en las fauces de la cirugía estética;
Es el rostro de muchas de las frases y escenas más famosas de los últimos 30 años de cine “quiero la verdad”, “enséñame la pasta” o bailoteos en “eyes wide shut” y “Risky Business” mediante; Se convirtió en icono de toda una generación con su papel protagonista en "Top Gun", película mucho más importante de lo que parece por razones que ya hemos explicado en este blog; Y, por mucho que rebusquemos, no encontraremos otro actor que haya trabajado para cada uno de ese puñado de directores que en los últimos 40 años han entrado a formar parte del olimpo de este oficio: Stanley Kubrick (“Eyes wide shut”), Oliver Stone (“nacido el cuatro de Julio”), Francis Ford Coppola (“Rebeldes”), Martin Scorsese (“el color del dinero”) y Steven Spielberg (“Minority report” y “La guerra de los mundos”). Casi nada.

                              Spielberg, Scorsese, Coppola, Stone..y Kubrick

Pero, a pesar de esto, parece que Tom Cruise siempre será el de los matrimonios de conveniencia, las alzas en los zapatos y la cienciología por bandera. A algunos sólo les quedará tirarle agua a la cara para tratar de desestabilizar su bien fija y merecida posición, y a pesar de no conseguirlo seguirán disparando a matar da la sensación que por la misma razón por la que otros silban a Cristiano Ronaldo: por rico, guapo y bueno. Con la pequeña diferencia que para colmo Cruise sí que parece un tipo humilde. O al menos eso dijo Pablo Motos.


                                      una de sus muchas míticas escenas

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viernes, 9 de diciembre de 2011

31 años de pelis



Aprendí a usar mi vhs con Gente maravillosa y Pedro y el dragón
Volví a ver Sonrisas y lágrimas
Miré debajo de la cama por si había un Gremlin
Aprendí historia con Lo que el viento se llevó
Descubrí con los Justice a 007 y al hombre de la pistola de oro
Imité a Tom Cruise por Top Gun
Mi madre me enseñó lo que era EL CINE Cantando bajo la lluvia
Mi padre me enseñó muchas cosas con El Padrino
Mi hermano me reventó la nariz por Karate Kid
Quise tener mil y una aventuras con Los Gonnies
Intenté levantar algún tronco, como Rocky IV
A mi tele le faltaba color cuando poníamos Ser o no ser
Me quedé en la orilla para evitar a Tiburón
Forjé una amistad con Grease e Indiana Jones y la última cruzada
Me tapé los ojos para no ver el templo maldito
Quise perderme para siempre con Brooke Shields en El Lago azul
Lloré con Bravehearth, pero no tanto como con Cinema Paradiso
Hice una lista, y la encabezó El padrino II
Conocí al genio en sueños de un seductor, y le encumbré con Annie Hall
Conocí al mito en Sin Perdón, y le encumbré con Mistic River
Me decanté por un actor con Los violentos años 20
Hice manitas con Spiderman II
Sentí como propia La mejor juventud
Quise dirigir Ciudad de Dios
Lo intenté con El bueno, el Diego y el malo
¡Y lo conseguí con Sin guión! ;)

No son mis favoritas, no son las mejores...son 31 pelis de 31 años de vida

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Mariano el tranquilo

Han sido dos semanas sin escribir post alguno. No es que haya seguido con tanto interés la campaña electoral que no haya tenido tiempo para nada más, sino el estudio y realización de unos exámenes que empiezo a sospechar van a servir menos que la ventana de comentarios de este blog.

 Una campaña electoral que, quien lo iba a decir, ha originado la creación de este post. Pues resulta que después de tirarse los trastos a la cabeza, atacar con vehemencia el programa electoral del contrario y repetir una y mil veces que “no son lo mismo” una de esas entrevistas rápidas a pantalla dividida entre Rubalcaba y Rajoy descubría con la pregunta su película favorita que tienen algo en común además del Real Madrid: ni más ni menos que John Ford
                       
¿Y que pensaría Ford?
Al mencionar ambos al mítico director americano y tras la sorpresa inicial uno no puede evitar pensar si los asesores de imagen pueden llegar hasta el punto de decirles a sus jefes cuál ha de ser su película favorita, dejando con ello la asombrosa coincidencia en pura estrategia de marketing. Tendría sentido, desde luego. John Ford no es solo el hombre del “hago westerns” sino también el de innumerables películas –"Las uvas de la ira", "Que verde era mi valle"- con mucha carga social, protagonizadas por gente humilde y muy trabajadora que mira al futuro con esperanza e incertidumbre en busca de una vida mejor. Temas con los que los candidatos se sienten, ya lo sabemos, muy identificados y emocionados y al menos durante el tiempo que dure la campaña.        
            
Pero además decir John Ford denota cuanto menos un innegable nivel cinéfilo que siempre quedará muy bien en el currículo y a esto hay que añadir que la obra de este genio es la proyectada en cines a toda una generación masiva de votantes -aquella de la que forman parte los candidatos- que desde luego preferirán escuchar Ford a Spielberg, opción esta que tal vez elegirían Rajoy y Rubalcaba si la mayoría de españoles tuvieran 30 años. Spielberg, por cierto, otro fanático de Ford.


                               Minuto 6. E.T, Eliot y "el hombre tranquilo"



Y esto no es lo más interesante. En efecto, a la pregunta “una película” Rubalcaba respondió sin dudar “Cualquiera de John Ford”. Tal vez se emociona o se identifica con varias de ellas y es incapaz de elegir, pues lo mismo le vale “Que verde era mi valle..” “El delator” o “El último combate”. Rajoy, que curiosidad, respondió sin embargo: “El hombre tranquilo", de John Ford”.
Si es por cuestión de imagen, lo cierto es que lo bordó en su elección. Ya sólo el título hace que pensemos en un buen hombre, sereno, agradable...justo lo que cualquier candidato querría que pensaran de él. Pero si nos metemos en faena y analizamos esta obra maestra del séptimo arte las similitudes entre John Wayne y el hombre que quiere ser el ya Presidente del gobierno van más allá.


 Pues “El hombre tranquilo” (Ojo, llamada en otros países “un hombre quieto”...) narra la historia de Sean “Mariano” Thornton (El Duque) un buen hombre que quiere olvidar un pasado bastante traumático a consecuencia de una batalla que creía tener ganada pero perdió...
Para ello deja pasar los días en un idílico y hermoso lugar lleno de gente agradable, honrada y trabajadora. Mariano, digo Thornton, se enamora. Decide vivir y trabajar en ese bello pueblo, y ser feliz. Todo estupendo si no fuera por la presencia de Willy Danaher, un tipo rudo y siempre agresivo que tiene al pueblo en su mano y hace y deshace a su antojo...


Así, por mucho que Thornton busque la paz, Danaher y sus secuaces se lo impiden, que malos ellos, y le instan a “pelear por lo que quieres”. Así acaba siendo. Thornton espabila justo a tiempo, pelea por lo quiere ante Danaher, delante de todo el pueblo, y le vence de manera absoluta. El pueblo lo celebra, Danaher acepta su derrota, Thornton olvida su pasado, todos son felices y comen perdices, que no faisanes.

Danaher y sus secuaces
Si bien el argumento viene a ser lo de menos en esta maravillosa historia sobresalientemente filmada y profundamente sensible, es indudable que para Mariano Rajoy es de largo lo mejor de la obra. ¿De veras es esta su peli favorita por razones meramente cinéfilas y todo este post no es más que un delirio mental o tanto su elección como la de Danaher, digo Rubalcaba, se debe en efecto a una estudiada e inútil estrategia electoral?. Probablemente nunca lo sabremos. Quizás dentro de un tiempo, cuando ambos hayan olvidado todos sus apuntes electorales, sea el momento de preguntarles de nuevo a Rubalcaba y Rajoy por su peli favorita. Y tal vez entonces nos digan la verdad: “Este muerto está muy vivo” y “Héroe por accidente”


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miércoles, 2 de noviembre de 2011

AAA para "Inside Job"

En estos turbulentos días en los que poco menos que está en juego la sostenibilidad y el futuro del mundo desarrollado y en los que los informativos taladran nuestra mente con la frase “otro Lehman Brothers es inminente”: ¿desea usted saber en que consiste tal amenaza?. ¿Son sus conocimientos de economía similares a los de Zapatero –es decir, nulos o de “dos tardes”- pero quisiera comprender que está pasando y el por qué de tanta crisis?. ¿Quiere entender de una vez por todas que es un fondo de inversión o un valor de riesgo?. ¿Es usted un indignado sin perro ni flauta y quiere saber contra quien dirigir tanta frustración?

En ese caso, bienvenido al club. Y hoy quisiera recomendarle “Inside job”

Charles Ferguson, premiado por su obra con el Oscar 2010 a la mejor película documental, sigue con "Inside job" la línea de los documentales de investigación que puso en su día de moda Michael Moore, pero con la salvedad de que el primero se dedica a contar y a investigar siempre desde detrás de la cámara, consiguiendo con ello un producto más serio y creíble y sin tanta parafernalia, subjetividad ni ventajismo como los documentales de Moore, aunque tal vez y por eso mismo sin tanta repercusión.

Ferguson con su merecidísimo Oscar al mejor documental
Basándose en el escándalo Lehman Brothers y todo lo que le rodeó, “Inside job” cuenta en que consistió de la manera más sencilla posible, explicando que pasó antes y después de, tratando de ser objetivos y cumpliendo la máxima del periodismo que tanto se pisotea hoy en día: “el periodista nunca debe ser el protagonista”.


                                                                                       Lehman Bothers, antes de "caerse"
Frente a estos periodistas, importantes hombres del mundo financiero, banqueros, economistas y políticos que se prestan –no todos, desde luego- a formar parte del documental concediendo entrevistas, y quedando más de uno retratado al percatarse con horror que el hombre que le hace las preguntas no sólo sabe más de lo que debería sino que, caso extraño, sabe lo que hay que preguntar y como. Ferguson y su equipo ahondan en las personas que están detrás de esos grandes nombres de bancos de inversión , agencias de calificación o equipos de gobierno encontrándose en su mayoría con auténticos plutócratas sin piedad ni límites establecidos que viven –y reinan- como auténticas estrellas efímeras del rock, al filo de la navaja con la que se hacen las rayas y al ritmo que marque su puta de lujo. Y conscientes, como esas rock star, que algún día llegará el descalabro, aunque para entonces ellos ya habrán saltado en paracaídas y los rasguños y los daños serán cosa de otros...de nosotros.

                                Algunos de los principales culpables del descalabro Lehman Brothers

A medida que avanza "Inside Job" da respuestas. Las piezas van encajando, los grandes culpables van tomando formas con nombres y apellidos, el espectador va entendiendo y se siente orgulloso de ello y sus iras se dirigen ya no a “los bancos”, así, en general, sino a hombres como Larry Summer, Henry Poulson o Alan Greenspan que, ya se cansó mi profesor de economía de repetirmelo, “es el hombre que gobierna este mundo”.
"Inside Job" habla de economía y política, pero lo hace de una manera que no sabíamos pudiera compaginarse con estas dos especialidades: Entretenida, directa, clara y honrada. Probablemente no cambie las cosas, pero la calificación de triple A no habrá crisis alguna que se la quite.


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jueves, 6 de octubre de 2011

Hasta el infinito, y más allá

No hace falta ser un fanático de Apple, tener siempre el último Iphone o descargarse las canciones de Itunes para darse cuenta de que Steve Jobs era un visionario, un hombre de los que salen como mucho una decena por siglo, y desde hoy un mito.


Toca ahora dejar paso a los expertos en la materia, que a través de los diarios digitales y los informativos nos harán ver en nuestros Ipads y Macs la verdadera dimensión de su figura y su legado. Un legado tan grande que incluso consigue que este sencillo blog de cine pueda hoy hacerle referencia. Porque Steve Jobs No sólo cambió el mundo de la tecnología, de la telefonía móvil o de la música. También cambió para siempre el mundo del cine, cuando parecía que ya estaba todo inventado y que poco o nada quedaba por hacer.
Fue durante su retiro forzado (su despido, vamos) de Apple, en 1985, cuando Steve Jobs decide emprender nuevas aventuras y acaba por comprarle a George Lucas su empresa de animación por ordenador que acabaría llamándose “Pixar”. Su idea junto a la de John Lasseter era crear una película 100% por ordenador. Una locura, un riesgo, algo diferente; cualidades que siempre incentivaron a Jobs. El resto es historia. En 1995 vió la luz "Toy Story", la primera película enteramente digital que se convirtió en un clásico del séptimo arte y que para colmo borró para siempre el concepto de “las pelis de dibujos son para los niños”.

                                           Un pequeño paseo para Woody..
                             ..un gran paso para el séptimo arte

Visto con la perspectiva del tiempo uno puede ver evidente el éxito de "Toy Story", pero lo cierto es que en su día prácticamente nadie dio un duro por el proyecto de Jobs y Lasseter.
Billy Crystal rechazó la oferta de ponerle voz a Buzz Ligthyear porque pensaba que la película sería un fracaso, y desde entonces siempre ha manifestado que ese fue "el peor error de su carrera". Mattel, por su parte, tampoco vio futuro alguno en "Toy Story" y desechó la petición de incluir a Barbie en las aventuras de los juguetes, garrafal pifia que se encargaron de subsanar en las siguientes entregas.


                    Carmull, Jobs y Lasseter. la Santísima trinida de Pixar

Tras "Toy Story" llegarían las demás, imposible decir cuál de ellas la mejor. Películas capaces de hacer reir y llorar a cualquiera con el mero movimiento de unos pixeles que conformaban personajes irreales pero que mostraban más emociones y sentimientos que Chuck Norris, Keanu Reeves y todo un buen número de “actores” juntos -personalmente es pensar en la última secuencia de "Toy Story 3" y ponerseme los pelos como escarpias-. John Lasseter fue la cabeza pensante de estas obras. Jobs no participó en la larga tarea creativa de Pixar porque bastante tenía con estar cambiando el mundo, pero Lasseter y su equipo afirman que “fue Jobs el que vió el potencial de Pixar, el que apostó por él y el que se convirtió en el hilo conductor de esta familia”. El Irving Thalberg del nuevo cine de animación, vaya.



Como no tengo un Mac, soy de Blackberry y uso muy poco mi Ipod pienso que la mejor manera de rendirle hoy homenaje a Steve Jobs es poniéndome esta noche alguna de las pelis de Pixar que todos tenemos en casa en sustitución de aquellos vhs de Disney. Probablemente me decante por "Toy Story", que para eso fue la que inició todo, y aunque sólo sea para viajar por momentos a aquel lugar donde Steve Jobs quiso y supo llegar; Hasta el infinito, y más allá.

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jueves, 29 de septiembre de 2011

Las cosas como son

Como acabar con tu jefe **

¿Quién no ha querido alguna vez acabar con su jefe? Quién no ha imaginado, soñado o incluso ideado la manera de hacerle desaparecer, de quitárselo de en medio para siempre o simplemente de causarle mucho dolor? Yo mismo he tenido un total de 4 jefes y...
En fin, que de eso va “Como acabar con tu jefe”. Comentábamos en el post sobre “El árbol de la vida” cuan fácil es llevar a engaño al espectador a través de una portada, de un reparto o de un título. Afortunadamente este no es el caso, y la cinta del desconocido Seth Gordon cumple fielmente con lo que promete.

Nick (un Jason Bateman de moda) odia profundamente a su jefe. Un odio tan justificado y visceral como el que sienten sus colegas Kurt (Jason Sudeikis) y Dale (Charlie Day, todo un descubrimiento para el que no le haya disfrutado ya en la inigualable serie “Colgados en Filadelfia”) por sus respectivos amos. Cocainómanos, depravados sexuales, ególatras fustigadores, manipuladores, inútiles arrogantes, locos, gilipollas... Jefes de todo tipo, en fin, que amargan la vida de nuestros protagonistas con los que es imposible no sentirse identificados y que quedan a la salida de sus infiernos diarios para tomarse una cerveza mientras luchan por demostrar que su jefe es, sin duda, el peor de todos.

De estas conversaciones y por culpa de esa cerveza de más surge la idea de acabar con ellos, lo cuál les llevará a embarcarse en varias aventuras del tipo “saga resacón” mientras se las ven con una serie de alocados personajes, interpretados por actores de relumbrón y que transmiten tanto humor y buen rollo como el que se nota ellos tuvieron durante el rodaje.

Aniston, irreconocible
en todos los sentidos
Un sobresaliente Kevin Spacey, una provocativa Jennifer Aniston –que se suma al club de bellezas destrozadas que dirigen Nikole Kidman y Meg Ryan- un sorprendentemente divertido Colin Farrell y un desternillante Jamie Foxx soltándose el pelo y consiguiendo que las risas y la trama vayan más allá de las de sus protagonistas.

De los cuales Charlie Day es el que más carcajadas arranca. Interpreta  básicamente el mismo papel que en la ya mencionada “Colgados en Filadelfia", de largo la serie más políticamente incorrecta y salvajemente divertida que un servidor ha visto y cuyo ritmo, estilo y “rollo” son similares a los de esta película; Diálogos rápidos, solapados y tan sencillos como absurdos y personajes “corrientes” envueltos en situaciones delirantes.
No es humor inteligente pero tampoco fácil y el éxito de la cinta, que sólo puede medirse en risas, está no sólo en las brillantes interpretaciones de la mayoría de los actores sino sobre todo en un guión que podría compararse con lo que se viene diciendo del juego del Barca: “que difícil es hacer lo fácil”.



Con la extraña sensación de que todo esto podría no obstante haber dado más de sí uno sale satisfecho de la sala y con ganas de ver más películas de este estilo. Películas como "Tropic Thunder" o "Zoolander", que sin ser obras que pasarán a la historia quedan en la memoria del espectador por ser atrevidas y no tener miedo a pasarse un poco de la raya ni a reirse de uno mismo. Películas que van desde la autocrítica a la sinceridad, y que digan con clave de humor las cosas como son. Porque en serio: ¿quién no ha soñado con acabar con el jefe?.

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lunes, 19 de septiembre de 2011

La vida es así..(?)

EL ÁRBOL DE LA VIDA ***

Dejaba claro Francis Ford Coppola en el fantástico documental “Hearts of Darkness” que existe una finísima línea que separa la obra maestra de la pretenciosa, con el consiguiente abismo que separa a ambas. Esa delgada línea roja –chiste fácil- es por la que camina Terrence Malick a lo largo de las dos horas y veinte del crecimiento del árbol de la vida, causando por ello las reacciones tan adversas que se están leyendo aquí y allá.

Primeramente uno tiene que saber a lo que va. No basta con ver a Brad Pitt en los posters de la cartelera para entrar a ver una película del mismísimo Terrence Malick, del que ya hemos hablado en este blog, y desde luego no apto para forradoras de carpetas ni fanáticos de “Snatch”.
Asumido el riesgo de visionar una obra del genuino director, “El árbol de la vida” ha de entenderse a mi juicio más que como “la gran historia de la vida” como un rezo, una conversación con Dios, vaya -tanto por parte del director como de su alter ego el protagonista- en el que se manifiestan los procesos del crecimiento de un niño cualquiera –podría ser Malick como uno mismo-: La inocencia de los primeros años, la
maldad inexplicable y consiguiente sentimiento de culpa, el deseo carnal, la rebeldía y hasta el terrible descubrimiento de que su padre no es mas que un hombre cualquiera, un Don nadie, uno más. Y con todo ello, el aprendizaje.

Con esa virtud que tiene de no necesitar explicar las cosas, Malick retrata a la perfección a un padre (Pitt) incapaz, por adulto, de ver algo tan elemental como que hay cosas que un niño no puede entender o apreciar: la música clásica, la constante disciplina o las charlas filosóficas sobre la dureza de la vida cuando lo único que su hijo quiere es escuchar la radio del coche. Pitt convierte su innegable amor en exigencia, ganándose con ello el dual sentimiento de estos de amor-odio hacia él. Y todo esto de manera tan certera que uno no puede más que aplaudir.

La vida y sus pequeñas cosas.. 
“El árbol de la vida” es también un canto a esta misma, glorificándola desde los aspectos más insignificantes –una gota de lluvia, una brizna de hierba- hasta los más grande choques estelares que quedan justificados en el argumento como el comienzo de todo y que nos regalan algunas imágenes sobrecogedoras que se agradece no sean propiedad exclusiva de los documentales y que cautivan más, si uno hace un pequeño esfuerzo, que la bestial explosión de un transformer.


El problema está, en efecto, en la pretenciosidad. Porque para ser la historia de una vida, o de la vida en general, se echa en falta un punto de vista más terrenal, aun a riesgo de perder con ello la tan aplaudida poética de Malick. Y es que en la vida real las personas no caminan como si flotaran, no hablan susurrando ni en voz en off ni tienen en sus rostros ese aura de paz interior, características de todos los personajes de su filmografía que no obstante se han ido acentuando progresivamente hasta llegar a lo cansino.

Lamentablemente la pretenciosidad no queda ahí, haciéndose sobre todo patente en el último tramo de la cinta donde encontramos las similitudes con “2001” de las que tanto presume y que a juicio de un servidor se traducen en no saber como acabar, marcándose para ello un "pajote mental" muy alejado de las películas al uso que pretende ser algo parecido a un renacimiento o un paso hacia "algo más" de un Sean Penn tan flipado como innecesario en la obra. Y entonces uno puede llegar a entender (aunque desde luego no comparte) los abandonos de la sala, los ronquidos y las furibundas críticas como las de mi amigo Angel Arija, que de manera escueta y directa opinaba esto de Malick en su muro de Facebook
                               
                      Contundente Crítica del gran Angel Arija 

 Estaba Coppola en lo cierto, y  en este caso Malick camina sobre ese alambre tropezando a un lado y otro. Leí en un buen libro de cine que una de sus funciones era la de “agitar al espectador”. “El árbol de la vida” sin duda cumple el cometido, aunque a unos ese zarandeo les haga volar y a otros..vomitar. Al fin y al cabo para gustos los colores. Porque el cine es como la vida: así.

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jueves, 15 de septiembre de 2011

Un grupo de Cine

Son estos los meses más significativos y especiales en mucho tiempo para los seguidores de Queen, entre los que me incluyo con orgullo. A la reciente celebración del 65 aniversario del nacimiento del entonces Farrok Bulsara, a modo de homenajes, doodles y toda clase de recordatorios hay que sumar las reediciones remasterizadas de los primeros discos del grupo y los conciertos tributo a lo largo y ancho del planeta que recuerdan que hace ya 40 años que nació el para muchos mejor grupo rock de la historia. Para colmo, el próximo 24 de Noviembre “lamentaremos” –que no celebraremos- los 20 años de la trágica muerte de Freddie Mercury.

Un servidor no podía permitirse la desvergüenza de dejar pasar la ocasión sin su particular homenaje, cuando cayó en la cuenta de que su sencillo blog bien podría valer para el cometido. Ciertamente, es fácil hablar de Queen y el cine. Y no es algo de lo que se lea mucho. Así que esta mi oportunidad.


                                                                           
El cine en Queen
Como cualquier otro gran artista que se precie los componentes de Queen, Freddie y Roger en especial, sabían apreciar otras artes al margen de la que ejercían y eran reconocidos cinéfilos. Pasaban muchas horas viendo grandes clásicos y el destino quiso que, mientras grababan el que se convertiría en el disco que cambió la historia del rock, los hermanos Marx fueran visionados en su estudio una y otra vez. El disco iba a más, la cabeza de Freddie rebosaba de genialidades y los productores temblaban ante el coste de aquel disco que ni siquiera tenía nombre. Una locura, como aquella película que no dejaban de ver. De pronto todo les pareció tan evidente que la duda se transformó en Quorum. Era loco, genial, ópera. Era “Una noche en la Ópera”.



No fue difícil conseguir el beneplácito, y tras el irremediable e histórico éxito de su cuarto disco recibieron incluso un telegrama de su adorado Groucho, otro genio con bigote, que decía: “Sé que sois unos artistas muy exitosos. ¿será quizá a causa de vuestra sabiduría al elegir los títulos?”
                               
          Groucho reclamando su parte del éxito



El homenaje a los Marx no acabó ahí, y el quinto disco de la banda británica, ideado como “un gemelo del anterior” llevó por nombre “A Day at the Races”. Y fué, por supuesto, otra locura.

                                                           

Pero que mejor manera si eres estrella del rock que mostrar tu amor por el cine que con un videoclip. Su ya mencionada predilección por los clásicos les llevó hasta Metrópolis, -tótem del séptimo arte del que ya hemos hablado en este blog- para cuya versión restaurada Freddie había grabado “Love Kills”. Mercury quedó prendado de esas imágenes, así que las “robó” para la realización de uno de sus himnos inmortales, "Radio Ga Ga". En verdad, la temática de la canción en la que se recuerdan tiempos mejores y menos tecnológicos, combinada con la estética futurista y alienante de la obra de Fritz Lang derivan en uno de los videoclips más recordados por los fans. Lady Gaga entre ellos.

                                                           Radio Ga Ga, un mito

Queen en el cine
Por supuesto, Queen también compuso bandas sonoras que se transformaron a su vez en discos, "Flash Gordon" y "A Kind of magic", para la cinta homónima producida por Dino De Laurentis y "Los inmortales". Dos películas que podríamos considerar “de culto”, es decir, que nos gustan a unos pocos pero esos pocos la veneramos por infinidad de razones más cercanas a lo Freak que a lo meramente cinéfilo. El proyecto de "Flash Gordon" atrajo a la banda al tratarse de nuevo esa estética de ciencia ficción de los años 30, y si bien la cinta fue un sonoro fracaso ellos salieron de algún modo ganando, pues aunque el disco no es precisamente el favorito de los fans los críticos cinematográficos no dudaron en aseverar que: “De Flash Gordon, lo mejor es sin duda su banda sonora”.



Un servidor opina lo mismo de Los inmortales, que contiene piezas tan hermosas o pegadizas como "One year of love" o "A kind of magic", pero evitará entrar en el farragoso tema de criticar esta película que, para unos pocos pero furibundos fanáticos es precisamente eso, Inmortal.

                                     "Los Inmortales". There can be only one.. 

Más recientemente "El Caso Farewell", recomendable película de espías protagonizada por Emir Kusturica, recuerda al grupo inglés cediéndole además la importancia que tuvo, desde su modesta posición, en la época de la guerra fría. Según datos, Queen fue el primer grupo de rock que decidió tocar al otro lado del muro, y se convirtió con ello en un reflejo de las muchas cosas que se estaban perdiendo millones de personas bajo el mandato comunista. "El caso Fareweel" nos muestra en varias ocasiones a un frustrado chaval que se contenta con escuchar las cintas de su grupo favorito que le pasan de contrabando desde el otro lado de Berlín; aquel en el que sueña estar mientras escucha una canción muy sintomática: "Under Pressure".



                              El caso Farewell recuerda a Queen en la guerra fría.
                                   Freddie: "no querían dejarnos entrar en Rusia. Pensaban que
                                            corromperíamos a la juventud, o algo parecido..."


Y con todo, ¿para cuando una película de Queen? Según confesaba recientemente Brian May, “ya está en marcha” y podría ver la luz en 2012. Y agárrense; El valiente que se ha puesto en la piel de Freddie no es otro que Sacha Baron Cohen! De primeras suena a sacrilegio, pero uno piensa en su histrionismo, sus polémicas, sus inclasificables obras y en su modus vivendi...y piensa que tal vez estemos ante el único que puede representar a Freddie Mercury, tan gran músico como amante del buen cine.

                              Brian lo confirma: Baron Cohen será Freddie. 
                                         El físico ya lo tiene..            


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