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lunes, 5 de septiembre de 2011

Yo esta peli ya la he visto

"SUPER 8" Y "COWBOYS Y ALIENS"

Vaya por delante que debo ser yo el que se equivoca. Seguramente tendría un mal día, esperaría demasiado o simplemente no sabría ver las innumerables virtudes que todo el mundo le atribuye a la película del verano, “Super 8”. Pero lo cierto es que salí de la sala con una sensación que describiríamos formalmente de “ni fú ni fá, ni chicha ni limoná”. Vamos, que más que ver “la película que relanzará el cine de adolescentes” o “el mejor homenaje a una época cinematográfica” yo sólo visioné un popurrí de las mejores secuencias, ideas y argumentos de aquellas películas de los 80, esas sí originales, que no terminaban de engancharme y que se me quedaban en mero espectáculo visual. Y volví a casa con la sensación de que JJ Abrams me había vuelto a engañar, con un final “a lo Lost” es decir, tan decepcionante como de sopetón como con una historia que comienza llamándose “Super 8” para terminar dándole relevancia casi 0 a la cámara de los chavales. Pero insisto en que debo ser yo el que está equivocado. Lo acepto, volveré a verla y espero réplicas que me encaucen. 



Pero a lo que voy. Estaba aún con esa idea de “esta película yo ya la he visto” cuando entré al día siguiente a ver la otra “peli del verano”, cuyo nombre me dió vergüenza pronunciar ante la taquillera y cuya historia, al contrario que “Super 8”, no se aleja un ápice de su título: “Cowboys y Aliens”.

Y resulta que podría haberme ahorrado la entrada -8 euros, por cierto, que ya le vale-. Porque resulta que las dos cintas del verano no son sino un mismo guión vendido a dos proyectos diferentes. Tal vez lo compartieron o tal vez un equipo se lo robó a otro, pero lo cierto es que uno se quedaba de piedra al contemplar las mismas situaciones, giros, ideas generales y escenas concretas en ambas películas. A saber:


-El protagonista de ambas películas arranca la cinta sintiéndose sólo y confundido, como consecuencia de la terrible perdida de su ser más querido.
-El protagonista de ambas películas es testigo, en una imponente secuencia de colisiones y explosiones, de la misteriosa llegada de algo inexplicable a su tranquilo y aburrido pueblo..
-En ambos casos se trata de un extraterreste nada amigable, grande, marrón, reptador, no parlante y con gigantescas garras con las que machaca y descuartiza.
-Semejante bicho se las ve en una y otra peli cara a cara con un niño, escenas ambas en las que podemos ver al fin con nitidez la fisonomía del peligroso visitante. Los planos son prácticamente clavados, por lo que entendemos que también fue robado el Story board. Y sí, el niño se salva en sendas ocasiones.
-Como era de esperar, la chica es raptada por el Alien, que se la lleva a su guarida. Y el prota y sus amigos se lanzan a lomos de sus caballos o bicicletas, según toque, en busca de ella.
-La guarida está bajo tierra, y el prota la encuentra. Dentro da con los muchos rehenes del Alien, que están como colgados y en estado inconsciente, pero no muertos. A estas alturas uno también se encuentra en estado de shock ante tanta similitud, pero aún hay más.
-Unos buenos petardazos son los que distraen y hacer moverse al Alien, y así comienza el duelo final.
-La llegada de estos Aliens consigue la colaboración y el entendimiento de personas hasta entonces seriamente enfrentadas. Padres e hijos, indios y vaqueros, padres e hijos vaqueros...
-El Alien se sube a su fálica nave que tiene justo encima de la guarida y huye. Los humanos lo flipan con el ascenso de la nave, y el prota se siente gracias a toda esa aventura extrañamente más cerca de su ser querido y perdido..


Y claro, tras esto uno no puede más que preguntarse si Steven Spielberg, productor de ambas cintas, tuvo una idea y decidió venderla a todo el que la quisiera. Si tanta falta de ideas en Hollywood conlleva a la irremediable repetición o si uno exagera y ve calcos alarmantes donde sólo hay “asombrosas coincidencias”.
Con todo ni siquiera sé con cuál quedarme. Tras casi trescientos minutos de monstruos agresivos, explosiones inexplicadas, guiños a los clásicos y moralejas entrañables en mi interior no hay emoción, ni nostalgia ni satisfacción, sino tan sólo una sensación: “yo esta película ya la he visto..”.

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2 comentarios:

  1. Nosotros la de 'Súper 8' sí que la hemos visto y la verdad es que no es un peliculón pero me gustó volver a ver una peli de adolescentes... ;)

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