La frase del día

La fotografía es realidad. El cine es realidad 24 veces por segundo

jueves, 15 de marzo de 2012

Intocables

Intocable ****


Cuando los guiñoles del plus decidieron mofarse de Contador, Nadal y compañía la pifiaron en todos los sentidos. Porque desde ahora las inevitables victorias de los nuestros en suelo francés serán doblemente celebradas, produciendo con ello el doble de rabia gabacha. Porque por ejemplo el Real Madrid no dejó ni dejará que sus jugadores hablen para su cadena, y así harán otros cuantos. Y sobre todo porque quedaron retratados. Con lo fácil y elegante que hubiera sido decir: “Sí, pero nuestro cine es mejor”.

No es necesario tirar de masoquismo y retroceder hasta los tiempos de los Lumiere, Méliès, Vigo o Renoir, pasando por las figuras y obras de Godard, Truffaut, Rohmer, Cocteau, Besson... y así hasta llegar a "The Artist", en cuyo caso estaríamos haciendo demasiada sangre en la comparación, tanta o más como la existente hoy por hoy en cuanto a la pelota se refiere, solo que ellos podrían hablar de todo un siglo...

Bastará con ver estos días en nuestras salas de cine la última comedia vecina, “Intocable” para constatar con resignación que esa película no la parimos en España ni de casualidad y para tener que recurrir como escudo aunque con derecho a nuestra frase comodín: “sí, pero nuestro deporte es mejor”.

"Intocable", basada en una historia real llevada a novela por su protagonista, Philip Pozzo Di Borgo, narra la historia de un rico tetrapléjico y un inmigrante del extra radio cuyas vidas presumiblemente incompatibles se cruzan para beneficio de ambos. Los dos superan sin problemas los mismos prejuicios contra los que tienen que luchar para compenetrarse y sobrevivir y consiguen salir adelante teniéndolo todo en contra. Una historia sencilla y conmovedora, cargada de diálogos ingeniosos y desternillantes, pero también de la seriedad y el drama necesarios para conseguir que las lágrimas del espectador no sean solamente de risa.

                                                               
¡Pero aún hay más! Tanto en "Intocable" como en otras de sus muchas y buenas películas de los últimos años ("Bienvenidos al Norte", "La cena de los idiotas", "Amelié", "Los niños del coro", "The artist", etc, etc) no hay palabrotas, ni polvos por doquier, ni visceras al aire. "Intocable" es también drama y humor negro, algo de lo que se supone vamos sobrados, pero he aquí que el tetrapléjico no es violado mientras duerme ni tuvo problemas con su cura, y el inmigrante no se pincha, no le mean encima ni recibe explícitas palizas. Nada escabroso, solo una historia. Uno no sabe como lo harán los franceses, pero lo cierto es que en su mayoría prescinden de  todos esos “trucos” y consiguen igualmente llamar la atención del público. De todos los públicos, de hecho.

Y sin esos ingredientes consiguen además reirse de sí mismos, abordar temas sociales y dejar intactas las sensibilidades de sus compatriotas. Sin ir más lejos, me pregunto cuantas sensibilidades heriría una adaptación, como hicieran los italianos, de la genial "Bienvenido al Norte" a la que llamaríamos, por ejemplo, "Bienvenido al oeste".

No es por azar ni tampoco porque se dopen. Las razones son las mismas que las nuestras en el terreno de juego, basadas en innumerables cualidades respaldadas con  trabajo y resumidas con un tajante “son mejores”. Podríamos tirar de guiñoles y mostrar nuestra frustración y complejo de inferioridad acusándolos de esto y lo otro, pero yo voto por quedar mejor que ellos y limitarme a decir: “touché”.  


Si te ha gustado este artículo, también te puede interesar:

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo, José. Yo creo que simplemente es un tema de educación. Para hacer una buena película tienes que saber mirar a tu alrededor, y si eres un burro (y peor aún, ni siquiera sabes que lo eres) es imposible.

    ResponderEliminar